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La educación, garantía del hombre naturalEl proyecto pedagógico de Rousseau busca adaptar la educación a la condición humana en cuanto ésta es el fin de aquella y a través de la educación se pretende enseñar al hombre a ser hombre, mediante el aprendizaje del oficio de vivir . “Vivir no es respirar, es obrar, hacer uso de nuestros sentidos, nuestras facultades, de todas las partes de nosotros mismos que nos dan el último conocimiento de nuestra existencia” .Las dos formas anteriores de la educación, la de la naturaleza y la de las cosas, preparan a través de la función del maestro para la inserción en la sociedad. Si todo está bien al salir de manos del autor de la naturaleza y cambia en las manos del hombre, se hace necesario que la educación restituya al hombre esa capacidad de permanecer en la bondad, brindando la posibilidad de que el educando conozca las relaciones esenciales del hombre con las cosas y buscando siempre lo mejor para ellos mismos y para los demás.Relación educación-naturalezaPor consiguiente, la educación debe realizar una verdadera conversión consistente en seguir a la naturaleza, comprendida en un sentido más amplio y más espiritual: ¡Hombre!, encierra tu existencia dentro de ti y no serás desgraciado. Permanece en el lugar que te señaló la naturaleza en la cadena de los seres y nada te podrá forzar a que salgas de él” .La educación, ceñida a lo natural, hace que el hombre conserve sus gustos primitivos, sencillos y comunes en el comer y en el vestir , los hace parcos y mesurados en el hablar, sabios por la experiencia, acostumbrados a leer en el libro de la naturaleza, con más discernimiento que memoria y capaces de obrar bien .En la expresión del hombre educado en relación con la naturaleza no es posible ver “modales afectados sino únicamente la expresión fiel de sus ideas y la conducta que nace de sus inclinaciones” , sin acometer cosa alguna que exceda sus fuerzas a las que conoce por la experiencia.La bondad caracteriza la naturaleza del hombreLa educación según la naturaleza es un proyecto que deriva de la bondad de su esencia misma, ya que es conveniente para el hombre y se ajusta a la naturaleza del corazón humano. Busca, por otra parte, la felicidad del hombre en tanto la forma para ajustarse sólo con lo que necesita, sin avivar la pasión por la imaginación y teniendo siempre presente que todo aquello que desdice de la edad que vive no puede ser provechoso ni bueno .El criterio de lo útilLa educación, según la naturaleza, plantea también la importancia que reviste el criterio de la utilidad pues “no se trata de saberlo todo, sino de saber únicamente lo que es útil” , esto es, lo relevante para cada edad en cuanto genera provecho para ese momento y como tal es reconocido por el educando.En relación con los demás hombres, el alumno formado en la educación por la naturaleza, ve en ellos a sus iguales sin distingos de clases ni de razas y a cualquiera de ellos se dirigirá si necesita ayuda sin complejos ni prepotencias . Tendrá presente que en la sociedad vive a costa de los demás , por lo cual se hace necesario garantizar, en forma convencional, esa igualdad natural que existe entre los hombres . Así aunque no conoce cabalmente el gobierno ni las leyes sí valora el derecho de propiedad y pone en acción el yo relativo en cuanto jamás observa a otros sin volver sobre sí mismo la mirada . “Pues, ¿qué sería necesario para observar a los hombres?, tener grande interés en conocerlos y grande imparcialidad para juzgarlos” .El hombre natural y la sociedadSegún Rousseau existe gran diferencia entre el hombre natural que vive en el estado de naturaleza y el hombre natural que vive en el estado de sociedad. Mientras el primero sólo se conoce por su ser físico, en sus relaciones con las cosas y prima en él el conocimiento que hace del mundo que lo rodea, en el momento en que empieza a asumirse como un ser moral se debe estudiar en sus relaciones con los otros hombres, función que permanece a lo largo de toda su vida . Esta unión entre hombre y sociedad hace que sean inseparables moral y política. Aquellos que quieran separarlas “no entenderán palabra ni de una ni de otra” . En el orden social todos los puestos están señalados y cada uno debe ocupar el suyo .El problema social fue una de las preocupaciones constantes en la obra de Rousseau tal como puede confrontarse en las Confesiones, en el discurso sobre las ciencias y las artes, en el discurso sobre la desigualdad y el Contrato. La sociedad que sueña este filósofo es organizada, reflexionada y racionalizada hasta el punto de construir una comunidad sin caprichos ni vejaciones, en la cual todos los hombres son iguales y obedecen a leyes tan impersonales y tan necesarias como aquellas que suceden en el orden de la naturaleza.De aquí se desprende que la sabiduría humana radica en el retorno al “estado natural”, aquel que permite la felicidad y si el hombre, por ser social, ha perdido su bien más preciado, cual es la libertad, es preciso reformar la sociedad que lo oprime.En el Contrato, Rousseau buscará la condición de una sociedad perfecta, en la que primen las relaciones necesarias y en la que el hombre conserve su humanidad. En dicha obra se unen, entonces, la teoría y la práctica aunque el énfasis en el sentido de las instituciones políticas lleva la primacía.Rousseau con sus planteamientos tendientes a encontrar un principio universal que involucre a la vez la acción y la moral, estableció una verdadera psicología política que sirvió de antesala a la Revolución Francesa.

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